martes, 27 de octubre de 2009

A algún lado hay que llegar.

Al rato de pensar en algo mejor que hacer se abre la puerta, y cual bocanada de no se qué cosa sale Mike, lo siguen dos desconocidos hasta ahora para mi y por último, una semi rubia entrada en años que confiesa (??¿¿¿) haber sido modelo en otras épocas...

Mike es otro de esos personajes de los que se puede escribir de todo, largo y tendido, pero por lo pronto vamos a describirlo como una persona con alma de niño y la extraña capacidad de movilizar todo hasta crear un mundo a su medida.

El eventero y el alemán entablan conversación con los desconocidos, se agregan mike y semirubia, el eventero y semirubia terminan hablando del magnetismo que atrae a ciertas personas, luego nos cuentan la técnica impecable utilizada por mike para hacerse amigo del patovica ofuscado de la puerta y hacerlos pasar a todos.

Por lo pronto decidimos mover la realidad hacia un bar de Palermer frecuentado con asiduidad por quienes estábamos ahi: "La alfombra voladora". Mike y ex-semimodel-blonde se suben al auto de ella. Alemán, El eventero, Atahualpa y Morpheus vamos en el de este último.

Blonde tuvo issues para estacionar y la gente de la cola de conocido boliche de enfrente se hizo un asadito de chistes.

Para ingresar a "La alfombra..." hay que hacer cola entrada la noche... las caras en la espera no agradan, quien haya visto "La Naranja Mecánica" sabe las cosas que pasaban dentro de ese bar...

El eventero propone bar cercano con jardincito, al rato estamos ahi, habiendo desplegado trucos de magia en la cola para entrar.

Finalmente un lugar...

Las noches de ciudad Bigotito duran hasta tarde, son las 530 am y la caminata pasa factura pero con un alemán de pie y un eventero tenaz no se tarda mucho hasta encontrarse en medio de otra conversación con desconocidos...

el seguir y seguir..

Y al irnos, fuimos dejando partes de la noche y partes de AV.StaFe detrás.
Con larga caminata y animada charla vimos como la escenografía se movía y nos marcaba el paso del tiempo.

Teníamos motivaciones para tal caminata, de esas motivaciones con pelo largo y ojos para perderse.
Lo que no teníamos eran certezas, ni arreglos previos.
Gracias a las bondades de la hipercomunicación, las perspectivas nocturnas cambiaban cada 3 cuadras, se nublaba, salía el sol; la aventura ya se parecía a una película de desencuentros eternos con final abierto.

Hay cosas maravillosas en tanto movimiento, las sensaciones se quedan pegadas, ancladas a las diferentes imagenes que enmarcan los recorridos, en los recuerdos a la postre, cada emoción está ilustrada con una imagen nítida.

Finalmente pero solo por un rato, el colectivo !!!

y desembarcar lejos para seguir caminando ....

Para llegar a una de esas fiestas que uno no esperaba, que a uno no le gustan...
Música que se escucha desde la otra cuadra, ambiente fiesta de egresados, el vaho a cigarrisho que sale de la puerta custodiada por un patovicca flaco y con mala cara.

430 am

mmm.. pero lo mejor de todo es que falta bastante todavía...

jueves, 22 de octubre de 2009

La salida interminable.

Las apacibles temperaturas de octubre traen la diversidad nocturna, la fiesta sale a la terraza, al patio, la calle se llena de gente, el encierro ya no es obligatorio y la noche se parece cada vez más a una película llena de escenarios.

Empezar la noche temprano hace sentir que uno lo aprovecha todo, sin embargo, arrancar a las 22 del sábado te suele pasar factura aproximadamente a las 5 del domingo.

Al momento de llegar a su casa, al final de esta historia, El Eventero habrá caminado en total 7 kilómetros a lo largo de la ciudad y la noche.

Por suerte, “El Alemán”, el compañero de noche, se presta para mucho, es bastantes años menor y tiene la rara capacidad de manejar altos y parejos niveles de energía durante las noches; kamikaze de la experimentación social, será el encargado de rematar esta historia con una frase imperdible.

De la explosiva Varieté de las 22, con show de magia incluído, comenzamos a rodar la película hasta uno de los lugares más cools de la ciudad, LeBar.

Tras llenarnos con la mejor música y el mejor ambiente, además de disfrutado de una particular y cónfortable terraza, nos movemos más…

Nos movemos y nos encontramos con otro cuadro en la película: otra vez la escena de la fiesta inicial, la ex-tienda devenida en meeting point de festival, las luces, la música, los carteles de ciudad bigotito peroo…

No había nadie…

Entramos a ver la desolación… y obviamente nos fuimos…

...en breve la seguimos...

domingo, 11 de octubre de 2009

La danza de las personalidades.

El evento es siempre un libro en blanco, con la posibilidad de escribirse en una noche, con aventuras azarosas e infinitas, con múltiples combinaciones de personajes.

En los personajes está la variedad y lo recordable, el resto es el marco, la escena donde ocurre la danza de las interacciones.

Una eventura como esta te hace codearte con gente inusual en tu circuito, de repente te encontrás charlando con César Tarreti, el director del Centro cultural número uno de Ciudad Bigotito, un personaje alto, de tes pálida y con notable acento venezolano que se desahoga contando las desventuras de su par de hijas siamesas a la hora de ser obligadas a dedicarse al arte.

Más abajo en el escalafón social se nos anexa “Lamas, el Municipal”, un ex joven ahora pelilargo que brega con las desventuras de sus múltiples matrimonios fallidos y hace un excesivo uso de la palabra “cojer”.

Lamas es solo uno de los muchos personajes que visten musculosa en el evento, una actitud totalmente descontextualizada y muy poco municipal.

Otro personaje anecdótico es alguien a quien llamaremos ” el gallego”, o “el gallego calavera”, un tipo alto y pelado muy parecido a skeletor.

Una de las cosas a las que presto inevitablemente mucha atención es al aroma, o al olor, de las personas que conozco. El gallego calavera tiene un evidente problema en su placard, ya que sus ropas huelen a humedad, estrecho su mano, él es muy gay pero la mano la da fuerte, como el mejor de los camioneros.

El eventero sonrie y sujeta su mano con más firmeza todavía.

Hay personajes que tienen mucha suerte de que las mujeres no den la mano para saludar, ya que denotan muy poca convicción al estrechar una mano fláccida y fofa.

De boca de otro personaje: “El Organiza” me entero que “Lamas” da la mano muy flojamente, cosa que aparentemente le transmitió el mismo “Gallego Calavera” en un avanzado momento de la noche en el que se muestra altamente picado… picado por un par de bichos que andaban por ahí: el “cabernet” y el “abefasorro”.

Me quedo pensando que al gallego le debo haber caído mucho mejor que Lamas tan solo por el hecho de estrecharle la mano como “macho”.

Pequeños y sutiles detalles subcomunican mucho, las acciones superan a los dichos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Siempre hay algún famoso…

El famoso puede ser categorizado de varias maneras, hay varios tipos de famosos, los que están muy de moda, los clase b, clase c, los mediáticos, los que no son famosos, los clásicos y también están los famosos eventeros, los de evento oficial, esos que no hacen muchas cosas mediáticas pero que no se pierden una inauguración como esta.

Entre ellos está Boy Olmi, Boy era uno de los famosos eventeros de la noche, debo reconocer que Boy me cae bastante bien, incluso su nueva cabellera de rulos violetas le va muy bien y combinaba con la escenografía.

Ser famoso tampoco debe ser cosa fácil, ser famoso atrae miradas y comentarios, por ende, es un amplificador de reacciones: lo que el famoso hace bien es muy bueno, lo que el famoso hace mal es muuuy malo y decadente… es famoso, cómo va a hacer eso!!!...

Mirá Zeta Bossio!!!... qué nabo! Solo sentado en la escalera mandando mensajes con su blackberry!!!

Le estará escribiendo a Cerati?¿

-Qué gil este Zeta ehhh..!.. lo que sí… está re-flaco viste secretaria?

-Si!

-Está working out a full.. le agarró el viejazzo!

-Es verdad… mirá: ahí va el otro zeta bossio!

Había cómo mínimo DOS Zetas Bossios en la fiesta

Y después llegó el papá de Gastón Pauls en Montaña..

Pero esa es otra historia.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Aventura en pedacitos.

La llegada de octubre avisora despertares de todo tipo en los individuos de esta ciudad, es el mes de la primavera por excelencia, de las lluvias y del frescor de algunas noches ideales.

Era una noche ideal la que acompañaba al eventero mientras se dirigía a una nueva inauguración de festivales; el eventero se siente como pez en el agua en las inauguraciones, se divierte con la búsqueda de famosos clase B.

Para fortuna del eventero, su ciudad tiene mucho festival, es la ciudad de los festivales, festival de diapositivas, festival de aerobics, el mundial del bonsai, el mundial de organizadores de festivales y mundiales, etc, etc..

El eventero conoce los tiempos que corren, sabe de errores y busca la supervivencia de una especie: la suya. Entonces narra a través de su cristal y resguarda hechos e identidades. El eventero quiere seguir en la suya.

En las entradas siempre se junta gente a hacer face, a tratar de salir en cámara, siempre es divertido hacer unos minutos de puerta y saludarse con gente.

La puerta del lugar tiene todo ese glamour de Hollywood, a pesar de ser una tienda que permanece cerrada a la post festivales, es uno de los lugares cool emblemáticos de la ciudad.

Al entrar la escenografía salpica color por todos lados, destacando la gráfica del festival, hecha por el coro de niños minusválidos de La Boca (qué contradicción no?, un coro de niños mudos, minusválidos de la boca!!!)

Las luces empapan las arañas de violeta, rojo, amarillo, rojo lejano, azul cercano, hasta que aparecen los mozos y oh sorpresa: “el olor a empanada”

¿El olor a qué empanada?

Había empanadas de comer… raro, pero había…así que el eventero aprovechó el momento más adecuado para comer (cuando es temprano y la gente todavía no llegó o no tiene taanta hambre como para abalanzarse sobre los mozos)…. Y comió algunas.. acompañado de quien lo secundaba esa noche: La secretaria…

Ya hablaremos de la secretaria más adelante, lo importante es que la secretaria fue la llave de ingreso al evento y sería compañía fiel durante toda la velada.

LLEGÁ TEMPRANO!!!

El llegar temprano, contrariamente a lo que cree mucha gente, tiene sus beneficios: se recorre y analiza el lugar con calma, se testea la zona de sillones, se buscan los sectores ideales para hacer prueba social, uno puede hacerse amigo del mozo en la barra que frecuentará por el resto de la noche, se come bien, se toma helado, se disfruta la sensación hermosa de que todavía queda mucho por delante y se vive al evento como una totalidad.

En síntesis, para disfrutar esto a pleno hay que llegar temprano, llegar tarde a propósito es para los pelotudos.

Mi compañera de evento conoce a todos, dentro de poco va a ser íntima del alcalde.

Con mi compañera de evento acordamos en que un amigo nuestro (un municipal) estaría regodeándose con tanto funcionario dando vuelta.

La noche avanza, y por consiguiente, empiezan a llegar los famosos…

Justo en el momento en que:

Se acabó el helado ¡!!

martes, 6 de octubre de 2009

Entrando a la fiesta...


El Eventero se hace llamar así aunque no lo sea, o no lo sea del todo, se diferencia sustancialmente de los eventeros tradicionales en diversos aspectos:

El eventero típico es un habitante monótono de determinados círculos y ambientes, un ser deambulatorio que dedica las mañanas a vaciar las miguitas de los bolsillos que llenó de canapés la noche anterior y apela a la cultura del garrón, en muchas oportunidades para zafar una comida en el día.

Este ser semidesconocido por todos persigue la utopía de ser importante como esas personas que admira en los cócteles, a las que trata de tocar “accidentalmente” y de las que se impregna las retinas para aumentar la calidad de sus recuerdos de fábula junto a ellas.

Se sustenta gracias a la impunidad que le brinda el anonimato que anhela dejar atrás, obviando el hecho de que el ser invisible le permite tocarle la cola a las estrellas y engullir canapés y saladitos sin que nadie comente nada por lo bajo.

En cambio, El Eventero, quien escribe, vive al evento como un hecho artístico en sí mismo, persigue la diversidad y el colorido con una obligada cuota de estilo y se retroalimenta con la riqueza azarosa de cada momento; El Eventero sabe que nada volverá a repetirse y vive en suave equilibrio sobre la implacable línea del tiempo.

Para su suerte, El Eventero no es un eventero.

Por sobre todo, El Eventero tiene conciencia sobre sus acciones.

Lo mejor de todo es que la pasa bien.

Hola.